November 6, 2023 by

La frustración y las madres creadoras

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Las chicas del Espectro Invisible de Medea invitaban a hacer una reflexión en septiembre sobre las madres creadoras y la frustración.

Un mes y medio después, por fin me siento a escribir.

La frustación como acompañante permanente.
Como unos ojos exigentes que no dejan de mirarnos.
¿Una exigencia autoimpuesta?
Un no llegar a todo.

La frustración por querer y no llegar.
Por no alcanzar esas expectivas.

¿Pero qué expectativas?
La de ser buena madre y excelente compañera…
la de ser productiva,
estar estupendas,
delgadas y bellas…

Las expectativas que van poco a poco imponiéndonos al criarnos, la sociedad, la familia, los medios…
Esas expectativas que se convierten en creencias, y se transforman en un modo de vida.

Y así, poco a poco, nos acompañan también en nuestros momentos creativos.

Para crear más y mejor.

Y que las redes multiplican al compararnos.

Una frustración que nace de la diferencia entre esas expectivas y a lo que realmente podemos llegar.

Porque ¿tenemos que llegar a todo?

Y ¿qué es ese todo?

Quizá los objetivos que nos ponemos no son realistas,

son los “queseesperadenosotras” como madres y creadoras,

porque la maternidad que atraviesa nuestros días trae consigo infinidad de imprevistos y quehaceres.

Nuestra realidad interrumpe nuestro proceso creativo y ese ensimismamiento que requiere crear.

En realidad, la creación no es nuestro principal cometido, sucede entre colegios, catarros, tareas del cole, imprevistos, extraescolares y los tediosos quehaceres de la casa.

De ahí nace la frustración de las madres creadoras, de intentar intercalar en esas pequeñas pausas, un momento de conexión con nosotras mismas para crear.

De esas exigencias que nos han calado tan hondo, que creemos como nuestras, que nos muestran continuamente dónde tenemos que estar y a dónde tenemos que llegar como madres y creadoras.

Son un abismo entre lo que tenemos que ser y conseguir y lo que realmente está en nuestra mano hacer.

Esas exigencias que nos hacen sentir culpables si descansamos un rato…

Por eso creo que la frustración es un acompañante fiel.

Al que tenemos que mirar a la cara.

En realidad es una versión de nosotras mismas, perfeccionista, exigente, que establece unos objetivos inalcanzables, que nunca está satisfecha y ante la que hay que hacer frente de forma contundente:

Mirándola a los ojos y aceptando que tiene razón, que no somos perfectas y no vamos a llegar a todo.

Rindiéndonos ante ella, asumiendo que esa oscuridad que conlleva la frustración es parte del camino.

Que habrá momentos en que la vida nos arrolle y no podamos trabajar y crear todo lo que nos gustaría.

Que ya llegarán esos momentos de calma y creación.

Mientras nos hundamos en la frustración, no debemos perder de vista que es parte del camino, un rato, quizá unos días, un estado mental…

Al fondo podemos ver la luz, no está tan lejos, está muy cerca de cómo te sientes, de lo que quieres, y alejada de eso que el mundo y los demás esperan de ti. Está pegadita a lo que necesitas ahora.

Porque nuestro valor no está en el trabajo,
ni en lo que creamos,
ni en lo productivas que somos.

Está pegado a nuestro corazón, a lo que necesitamos ahora, a las pausas para escucharnos.

ilustracion frustracion Marta Miguel

El dibujo representa la oscuridad en la que se encuentra la mente cuando nos sentimos frustradas,
sin luz para distinguir lo que queremos,
“cegadas” por la oscuridad de esas exigencias de las que hablaba antes,
esas que creemos como nuestras, y que en realidad son impuestas.

La mano y la mirada van hacia arriba, porque ahí a lo lejos están las claves para salir de esa oscuridad.
O quizá no tan lejos…
Quizá al alcance de nuestras manos,
en nuestro corazón.
Dando voz a nuestro corazón para que le hable a la cabeza y nos saque de las tinieblas de la frustración.

La voz del corazón es amable:

Soy tu corazón (pon aquí tu nombre):
estos días no has llegado a todo lo que querías y no pasa nada,
has hecho lo que has podido.
No te sobreexijas y recuerda que es importante descansar,
quizá el proyecto en el que estas trabajando no es ahora tu prioridad,
tu prioridad eres tú, y escucharte es también importante.
Cuéntame ¿cómo te sientes? ¿qué necesitas ahora?

Gracias de verdad por leerme, espero mis palabras sean luz en tu camino.

Aquí tienes el instragram de las chicas del Espectro invisible de Medea

Marta